3/9/17

Cocina y nutrición para niños diabéticos [3-9-17]

Cocina y nutrición para niños diabéticos

Alimentar a un niño diabético no significa que deba preparar dos comidas diferentes para su familia, porque las que son equilibradas en componentes nutrientes ofrecen beneficios a largo plazo para la salud de todos los miembros por igual.

Los tres factores clave que afectan el control de la glucosa en la sangre en la diabetes son la alimentación, la actividad física y la insulina.

El control óptimo de la glucosa en la sangre implica anticipar los cambios que se producirán en estos tres factores y hacer la planificación correspondiente.

Por ejemplo, si su hijo va a realizar más actividad física, necesitará que se le administre menos insulina o que ingiera más carbohidratos de lo habitual, ya que el ejercicio aumenta la sensibilidad del niño a los efectos de la insulina e incrementa la necesidad de energía (calorías) que aportan los alimentos.

Si su hijo tiene un peso saludable y su control de glucosa en la sangre es satisfactorio, pero aun así se siente con hambre luego de las comidas, normalmente es correcto permitirle que ingiera una mayor cantidad de alimentos (con el correspondiente ajuste en la dosis de insulina para compensar las calorías adicionales). Si su hijo necesita perder peso, lo indicado es comer menos (con la correspondiente disminución de la dosis de insulina).

Además, siga estos consejos para lograr una buena alimentación:

* Alentar la preferencia por el agua como bebida. La buena hidratación facilita el control de los niveles de glucosa en la sangre. Beber agua también ayuda a limitar los carbohidratos de las bebidas. Por ejemplo, un vaso de 12 onzas de jugo de naranja contiene el equivalente en carbohidratos a tres naranjas.

* Tenga en cuenta que la química corporal de su hijo adolescente puede causar una variación mayor en los niveles de glucosa en la sangre. Su hijo adolescente debe revisar sus niveles de glucosa con frecuencia y mantener estrecho contacto con su médico para realizar los ajustes necesarios de insulina.

* Aumente la ingesta de fibras reemplazando los alimentos bajos en fibra (pan blanco, cereales azucarados y papas fritas) por otros con alto contenido de fibras (pan integral o cereal integral, frijoles y palomitas de maíz).

* Incremente la cantidad de frutas y verduras teniendo a la mano vegetales cortados en un envase plástico dentro del refrigerador; puede agregar estas verduras a platos con chile, a alimentos sofritos o a guisados.

* Modere el consumo de dulces planificando postres una o dos veces por semana y sirviendo porciones más pequeñas.

* Lea las etiquetas para identificar las porciones correctas y los carbohidratos, grasas y otros nutrientes en los alimentos. Además, recuerde que los alimentos sin grasa o sin azúcar tienen calorías y que el contenido de éstas no es tan bajo.

* Si es importante que su hijo pierda peso, reduzca la grasa de esta manera: utilice queso blanco semidescremado o con 0% de grasa; utilice menos manteca o margarina; ofrezca aderezos o productos para untar, tales como mermelada, mostaza, salsa o yogur; utilice la carne como complemento y no como plato principal; sirva más pollo sin piel y pescado; utilice productos lácteos bajos en grasas o descremados; reduzca el consumo de botanas tales como papas fritas, galletas y pasteles.

Si sale a comer fuera

La clave para comer fuera de casa es saber lo que se come y cuánto. Muchas cadenas de restaurantes han estandarizado el contenido de los alimentos y el tamaño de las porciones. Siempre que sea posible, busque la información nutricional en el menú o solicítela al mesero para poder saber qué contienen los alimentos que su hijo está comiendo.

Algunos consejos adicionales para comer en restaurantes son: tenga cuidado con las porciones “extragrandes”; evite los bufés porque dificultan calcular lo que se come y el tamaño de las porciones; prefiera los alimentos que reconozca; evite los platillos que combinan cantidades desconocidas de varios alimentos, porque le resultará difícil determinar su contenido nutritivo; consulte cómo se prepara un alimento y elija los que sean hechos al horno, a la parrilla, asados o hervidos; evite los alimentos que contengan salsas cremosas; para los sándwiches elija pan integral bolillo de tamaño mediano y trate de respetar los horarios de comida normales. Si es posible, lleve un refrigerio por si hubiese alguna demora.

Ayudarle a su hijo/a a desarrollar hábitos alimenticios saludables desde ahora, le hará más fácil controlar la enfermedad durante el resto de su vida.

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