12/8/15

13 cosas que no sabías sobre tu peso y los alimentos que consumes [12-08-15]


13 cosas que no sabías sobre tu peso y los alimentos que consumes

Hay cosas arraigadas en el inconsciente colectivo sobre el peso, que muchas veces no son ciertas, como por ejemplo que depende de cuánto comes.

Reader’s Digest, recogió algunos datos sobre el peso para derrumbar estos mitos y aquí, te las enseñamos a continuación.

1. Es genético:

En base a investigaciones sobre la diabetes y la predisposición a ésta, los científicos determinaron que el peso es hereditario, pese a lo cual, no es una condición irreversible.

2. Algunas personas tienen más “células gordas”:

Diferentes estudios comprueban que existen personas con incluso el doble de células de gordura que otras y es por esto que aunque bajes varios kilos, estas células permanecen predisponiéndote a engordar nuevamente. Pese a que no puedes eliminarlas todas, puedes reducir su número.

3. Puedes cambiar tu metabolismo:

Esto se comprobó en un estudio que se hizo sobre gordura en una pareja de gemelos, el cual establece que pese a haber nacido con condiciones metabólicas muy parecidas, uno consiguió cambiar su metabolismo. La mala noticia de esto, es que mientras más grasa ganas, más difícil es perderla.

4. El estrés te predispone a engordar:

La explicación es bastante simple: cuando estás estresado, tiendes a comer más porque la comida calma los nervios, sin embargo, esto suele estar asociado al deseo de permanecer en calma e inactivo, una mala combinación para conservar la línea.

5. La alimentación de la madre durante la gestación puede dañar al bebé:

De la misma forma en que los cigarrillos aumentan la posibilidad de que el recién nacido esté bajo el peso promedio y el alcohol genera daño en el cerebro, la comida chatarra o muy grasosa pueden alterar el desarrollo del metabolismo de tu bebé.

6. Mientras más duermes, más peso pierdes:

Cuando duermes menos de 6 horas diarias, sientes la necesidad de comer, según un estudio realizado sobre la obesidad. Sin embargo, el dormir te entrega una sensación de satisfacción y de esta forma no ingieres más alimentos.

7. El peso de tu pareja influye:

Esto se debe a que existe un pensamiento colectivo de que una pareja debe “parecerse” un poco en lo físico, además que suele suceder que “se contagian” los hábitos alimenticios: si tu pareja come mucha chatarra, usualmente prefieres acompañarlo, sólo por complacer o al contrario, compartir una comida sana.

8. Un virus puede desencadenar una obesidad:

El adenovirus es responsable de un montón de enfermedades, desde problemas respiratorios a gastrointestinales. A todo esto, hay que agregar la obesidad: El virus aumenta la cantidad de células de gordura en el cuerpo.

9. Los alimentos sí son adictivos:

Siempre se pensó que la comida no era adictiva, como las drogas o el alcohol, sin embargo, las más recientes investigaciones han comprobado que cuando una persona piensa en la comida que más le gusta, se activa la misma parte del cerebro que se activa en los drogadictos o alcohólicos.

10. Las infecciones de oído… te hacen gordo:

Por años se investigó por qué las personas que no sentían el sabor tan intenso como el resto, tendían a ser más gordas y finalmente un estudio dejó al descubierto que las personas mayores de 35 años que habían padecido varias infecciones de oído, tenían el doble de posibilidad de convertirse en obesos.

11. Los antioxidantes son también anti gordura:

Las frutas y verduras ricas en antioxidantes, como los arándanos, cumplen además la función de ayudarte a perder peso, al contrario de los chocolates y las barras de cereal, que no sólo hacen que ganes kilos, sino que te hacen parecer de más edad.

12. Seguir una dieta, cualquiera:

Para mantenerte saludable lo ideal es llevar una dieta constante, es decir, no consumir azúcares por ejemplo. Pero no privarte de todos los alimentos apetitosos para perder kilos que recuperarás pronto por efecto rebote.

13. Puedes no ser delgado y aún así ser saludable:

La clave está en mantenerte en forma interna, por ejemplo, evitar los problemas cardiovasculares y de obesidad -sin la necesidad de ser delgado-, pues como hemos dicho ya, el peso a veces es una condición genética.

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